EUROPA
PRESS
15 enero
2022
Cuidado
con tu autopercepción del envejecimiento: afectará (y mucho) a tu salud física
A medida que los adultos envejecen, es
habitual empezar a pensar en cómo el envejecimiento afecta a su energía, su
salud física y su bienestar cognitivo. Pero insistir en los aspectos negativos
del envejecimiento puede tener un impacto negativo medible en su salud física y
en su capacidad para responder al estrés, según un estudio de la Universidad
Estatal de Oregón (Estados Unidos) publicado en la revista 'Journals
of Gerontology, Series B, Psychological Sciences'.
Utilizando datos de encuestas diarias de adultos mayores
durante un período de 100 días, los investigadores de la OSU descubrieron que
las personas que informaron de una autopercepción más positiva del
envejecimiento estaban más aisladas de los efectos físicos del estrés en
comparación con las personas que se sentían más negativas sobre su propio
envejecimiento.
"Una mejor autopercepción del envejecimiento es buena
para la salud, independientemente de la cantidad de estrés que se tenga, o de
la cantidad de estrés que se perciba que se tiene", explica Dakota Witzel, autora principal del trabajo y candidata al
doctorado en la Facultad de Salud Pública y Ciencias Humanas de la OSU.
Las investigaciones sobre el estrés llevan mucho tiempo
constatando que el estrés diario y crónico está relacionado con síntomas de
salud física, como el aumento de la presión arterial, las enfermedades
cardíacas y la pérdida de la función cognitiva. Estos efectos están
relacionados no sólo con el estrés objetivo, sino con el estrés percibido: la
valoración subjetiva de las personas de una experiencia como estresante.
Utilizando las respuestas de 105 adultos de Oregón de entre
52 y 88 años de edad que participaron en encuestas diarias en línea en 2010 a
través del estudio Personal Understanding of Life and Social Experiences (PULSE) de la OSU, los investigadores midieron
el estrés percibido por los participantes y su salud física durante un período
de 100 días, junto con un conjunto inicial de preguntas para medir su
autopercepción del envejecimiento.
Las preguntas pedían a los participantes que estuvieran de
acuerdo o en desacuerdo con afirmaciones como "Hoy he sentido que las
dificultades se acumulaban tanto que no podía superarlas" y "A medida
que uno envejece es menos útil".
De media, una mayor percepción de estrés estaba relacionada
con una peor autopercepción del envejecimiento y con peores síntomas de salud
física, mientras que una autopercepción más positiva del envejecimiento estaba
relacionada con menos síntomas de salud.
En los días en que los individuos con una autopercepción más
negativa del envejecimiento declararon más estrés de lo normal, declararon casi
tres veces más síntomas de salud física que los individuos con una
autopercepción más positiva del envejecimiento. En otras palabras, las
autopercepciones positivas del envejecimiento tuvieron un efecto protector
contra las implicaciones del estrés en la salud física.
Esto significa que los patrones de pensamiento o las
conversaciones que refuerzan o exageran diversos estereotipos del
envejecimiento tienen un impacto físico en la vida de las personas, señala Witzel.
"Estas cosas son realmente importantes para nuestra
salud y bienestar, no sólo a largo plazo, sino en nuestro día a día, apunta. La
probabilidad de reportar estos síntomas de salud física disminuye
significativamente, en promedio, cuando se tiene una mejor autopercepción del
envejecimiento".
La autopercepción del envejecimiento es un área en la que
intervenciones sencillas pueden marcar la diferencia, añade Witzel.
Un paso sencillo es reconocer que dar un giro positivo al proceso de
envejecimiento tendrá un impacto real en la salud física.
Eso no significa que los adultos deban descartar los
problemas de salud reales o poner una sonrisa falsa, puntualiza, pero verán los
beneficios si trabajan conscientemente para ser más positivos sobre el
envejecimiento. "Es una especie de profecía autocumplida", explica.
Todo el mundo debería crear imágenes positivas de sí mismo
en el futuro como adulto mayor, sugiere Karen Hooker, coautora del estudio y
profesora de la Facultad de Salud Pública y Ciencias Humanas de la OSU. Esto
ayudará a contrarrestar los "yos temidos" que tan a menudo se perpetúan en los
estereotipos negativos del envejecimiento con posibles yos
"esperados" más positivos, explica.
"Nuestra autopercepción del envejecimiento podría ser
un factor de resiliencia modificable que influye en nuestra salud física y
mental en la edad avanzada", asegura.